Karma

Karma es aceptación. Caminar ligero, dejandose llevar por las ondas del tiempo. La no acción, la superación del deseo epistemológico, o la seducción de la seduccion, es decir la muerte del yo patético, esas son vias de superación del propio e inextinguible Karma.

La triple puerta del templo, la puerta que habla. La entrada que no es puerta si no escuchas. El oído que te habla si te rindes a la mirada hablada de la letra. Esto que parece un aforismo es precisamente el silencio de una representación universal.
El mundo muere. Que mundo? Te dice el Ayurveda. Cual es tu mundo?
Precisamente si algo se muere parecido a Tu mundo es que el Mundo está a salvo de Ti.
Pero si el Mundo que se muere es el más grande que tú, entonces, agradecido póstrate y reverencia al Uno, al invisible e indivisible escanciador de leche, al innombrable hacedor, y pídele beber de su maternal luz para no volver a renacer mas en carne o materia alguna, porque ser luz de su Luz es no-ser y estar por fín libre de la palabra y ser letra, exalación divina y más allá del amor, Amor.

La Divina Comedia

"Nel mezzo del cammin di nostra vita
mi ritrovai per una selva oscura
ché la diritta via era smarrita.
Ahi quanto a dir qual era è cosa dura
esta selva selvaggia e aspra e forte
che nel pensier rinova la paura!
Tant'è amara che poco è più morte;
ma per trattar del ben ch'i' vi trovai,
dirò de l'altre cose ch'i' v'ho scorte.
Io non so ben ridir com'i' v'intrai,
tant'era pien di sonno a quel punto
che la verace via abbandonai."

Dante empieza así La Divina Comedia.
Nosotros no vamos a ser menos.